Impresión 3D o Fabricación Aditiva; el detonante de una nueva Revolución Industrial

Circunscripta inicialmente al ámbito del prototipado, donde demostró con creces su enorme potencial, esta innovación es tan disruptiva que parece destinada a provocar un auténtico giro copernicano en la historia industrial.

Tradicionalmente, la fabricación industrial estuvo apoyada sobre dos grandes pilares. Por un lado, las tecnologías de tipo sustractivas, que obtienen la geometría requerida eliminando material de una geometría mayor, como es el caso, por ejemplo, del mecanizado, la electroerosión y el corte por agua o láser. Y por otro lado, las tecnologías de tipo conformativas que se sirven de moldes o matrices para obtener la geometría requerida. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la inyección en plástico y metales, el sinterizado y la colada al vacío, entre muchas otras.

Frente a estas dos tecnologías, fundamentales para la industria, surge la Impresión 3D o Fabricación Aditiva; más conocida a nivel internacional como AM por las siglas de Additive Manufacturing. Se trata de un conjunto de innovaciones que permite la manipulación computarizada de ciertos materiales para depositarlos con precisión micrométrica y construir, capa a capa, todo tipo de objetos. La Deposición de Plástico Fundido (FDM), Laminación de Deposición Selectiva (SDL), Inyección Triple (Polyjet) y Fusión por Haz de Electrones (EBM) son sólo algunas de las versiones más difundidas de la Impresión 3D.

Con su extraordinaria precisión de trabajo, enorme versatilidad de diseños, creciente velocidad de acción, inusitada simplificación de procesos, sustancial ahorro de material y notable reducción de costos, la impresora 3D no sólo sorprende por lo que es capaz de hacer, sino sobre todo por lo que promete a futuro. En combinación con otras tecnologías de punta como la robótica, Inteligencia Artificial, Big Data, nanotecnología, Internet of Things, y gracias al avance en el desarrollo de programas, la optimización de procedimientos y la aparición de materiales inteligentes, la impresora 3D señala un horizonte tan vasto de posibilidades que ni siquiera los expertos son capaces de dimensionar.

La Fabricación Aditiva es una auténtica pieza angular del futuro industrial cuya magnitud podría provocar cambios inéditos en la historia de la humanidad. Sus repercusiones no pueden colegirse sencillamente porque nunca antes se había dado nada semejante. Se trata de un salto disruptivo que elimina la distancia entre la idea y el objeto, lo abstracto y lo concreto, la potencia y el acto.

En poco tiempo más, bastará creer para crear.