Estonia, el país más digital del planeta

A sólo tres décadas de emanciparse de la ocupación soviética, Estonia es un modelo a nivel global en materia de innovación digital: ha declarado Internet un derecho humano y el 99% de los trámites oficiales se hacen online.

La pequeña nación báltica comenzó su proceso de restauración en el año 1991, ante el desafío de superar la grave crisis legada por la URSS: una infraestructura obsoleta, una inflación astronómica y una democracia incipiente, sin Constitución ni sistema legal. Entonces, se decidió dar máxima prioridad a mejorar la competitividad del Estado, reducir los gastos públicos y elevar el nivel de vida de la población.

La propuesta fue invertir los escasos recursos disponibles en las tecnologías de la información y comunicación. En lugar de gastar en reparar baches de rutas o reconstruir edificios escolares, se creó un Estado democrático, moderno y eficiente, que impulsara a toda la sociedad a dar un decidido salto digital.

Las instituciones públicas se equiparon con computadoras y conexión a Internet. Los niños, alfabetizados en la era digital, llevaron sus habilidades a casa. Las familias, con esfuerzo, cambiaron sus prioridades: en lugar de una heladera nueva, aprendieron a invertir en una computadora con conexión a Internet. En pocos años, se operó un verdadero cambio de mentalidad.

Hacia el año 2002, Estonia lanza una capacitación masiva y entrega a los ciudadanos un documento de identidad con chip electrónico. A partir de ese momento, sólo los casamientos, divorcios y unas pocas operaciones inmobiliarias exigirán la presencia física; todos los demás trámites oficiales podrán hacerse vía Internet.

Actualmente, desde el ciberespacio es posible hacer prácticamente cualquier cosa en Estonia:

  • Ejercer el derecho a votar;
  • Registrar una empresa y firmar documentos;
  • Hacer cambio de domicilio o declarar la renta;
  • Presentar reclamos por importes debajo de los 2000€;
  • Consultar las recetas médicas y acceder al historial clínico.
  • Renovar el carnet de conducir o impugnar una multa de tráfico;
  • Ver las calificaciones de los niños o comunicarse con los profesores.

Evidentemente, las ventajas de vivir en una sociedad completamente digitalizada son innumerables. Gracias a su tecnología, Estonia ahorra el equivalente a un 2% del PIB anual en salarios y gastos. Curiosamente, los estonios están convencidos de que, si ellos han podido asumir su transformación digital, entonces cualquiera puede hacerlo. La Argentina ya se ha sumado a la larga lista de países que buscan seguir este elocuente testimonio.