Producto de la combinación de innumerables tecnologías cuya sinergia desdibuja las fronteras entre el espacio digital y el tridimensional, esta innovación ofrece aplicaciones en todo tipo de dominios como la industria, salud, hogar, etc.
No es de sorprender que, a diferencia de otras tecnologías, los Cyber-Physical Systems (CPS) o Sistemas Ciberfísicos carezcan de una definición universal. En las últimas décadas, reconocidos especialistas y prestigiosas instituciones han esbozado las más disímiles propuestas a fin de reflexionar sobre su compleja concepción. Más allá de las discrepancias puntuales, todos coinciden en afirmar que, en términos generales, los Sistemas Ciberfísicos son redes de comunicaciones con capacidad de cómputo, inteligencia y autonomía, integradas en procesos físicos. Se trata del encuentro entre dos mundos: uno de componentes físicos capaces de ser autónomos, y otro de datos digitales capaces de controlar lo que ocurre en el plano físico.
De esta forma, desde la domótica a los vehículos autónomos, desde los robots colaborativos a los ecosistemas de monitoreo médico, los Sistemas Ciberfísicos tienden a estar cada vez más presentes cuanto más compleja se torna la tecnología. Ellos hacen posible la configuración de entornos híbridos, nacidos de la interacción entre la materia y el dato, en donde ambos se complementan y refieren mutuamente, en diferentes escalas de tiempo y espacio, con múltiples modos de aplicación y operación. De hecho, los avances combinados de tecnologías cada vez más potentes permiten la creación de Sistemas de sistemas Ciberfísicos (CPSoS), como es el caso, por ejemplo, de las Ciudades Inteligentes.
Ahora bien, para entender muchos de los atributos más característicos de los Sistemas Ciberfísicos basta señalar que sus cuatro pilares fundamentales son los siguientes:
En la actualidad, la complejidad del desarrollo de los Sistemas Ciberfísicos ha alcanzando horizontes sorprendentes que permiten la incorporación de mayores niveles de aprendizaje automático, mejores resultados en la propensión a la autonomía, máxima adaptabilidad dinámica de procesos enfocados en los mercados, optimización en el aprovechamiento de recursos y considerable reducción del impacto medioambiental.
Por todo esto, los Sistemas Ciberfísicos no sólo constituyen una pieza clave de la Cuarta Revolución Industrial sino que auguran un cambio de paradigma existencial con enormes beneficios para la vida del ser humano.