Según los registros de Google, las búsquedas asociadas a estos profesionales son más que elocuentes: ascienden a un promedio de 6.000 millones por día, vale decir, unas 70.000 búsquedas por segundo, en todo el mundo.
El crecimiento exponencial del protagonismo de los datos en el mundo de los negocios es la razón fundamental que explica la acuciante demanda por este tipo de perfiles. En pocos años, el dato no sólo se ha convertido en la materia prima más valiosa del planeta sino también, paradójicamente, en el recurso más abundante. Por medio de los datos es posible conocer, explicar y predecir el comportamiento de los consumidores y, por extensión, el devenir del mercado.
Independientemente del rubro, trayectoria o envergadura de una empresa, su rentabilidad está cada día más asociada al aprovechamiento de los datos. Su tratamiento y gestión pueden marcar la diferencia entre un éxito grandioso y un rotundo fracaso. Inteligencia en las decisiones, eficiencia en el servicio, especificidad en el producto y resiliencia ante los cambios, son los beneficios más anhelados por los empresarios al recurrir a los datos. Ignorar su relevancia en plena economía 4.0 equivale, tarde o temprano, a quedar fuera del mercado.
En este sentido, los expertos en ciencia de datos se encuentran un escalón por encima de los analistas de datos: no sólo pueden interpretar los algoritmos, sino que además son capaces de hacer aportes substanciales para proporcionar soluciones particulares a un problema dado. Si los algoritmos no son los adecuados, pueden modificarlos o, simplemente, rediseñarlos.
Con una inclinación natural al razonamiento metódico y sistemático, estos profesionales están formados en estadística y matemática aplicada, cuentan con una sólida base en programación informática y tecnologías de la información, y se desenvuelven con soltura, tanto en el ámbito de los negocios como también en el de la comunicación. Básicamente, su misión es dar inteligibilidad a los datos en bruto, discerniendo tendencias, estableciendo causalidades e infiriendo correlaciones para pasar de un complejo maremágnum de cifras mudas a información coherente, confiable y veraz, al alcance de todos.
Cabe esperar que la demanda por esta clase de perfiles continúe creciendo en los próximos años. No en vano, cada vez son más las soluciones basadas en datos, tanto dentro como fuera del mercado. La necesidad por estos profesionales seguirá siendo tan alta como apodíctica su relevancia.