Aunque la gran novedad en la transición de la tercera a la cuarta generación de tecnología inalámbrica fue la velocidad, con la quinta generación se esperan otras ventajas ciertamente sobresalientes: flexibilidad, eficiencia y versatilidad.
Llamado a erosionar las barreras entre la realidad física y la virtual para dar nacimiento a experiencias completamente inéditas, 5G no es solo la próxima secuencia en la evolución de la conectividad, sino el catalizador de transformaciones tan radicales como las que se generaron con el paso del mundo analógico al digital. Se trata, fundamentalmente, de una potente plataforma que permitirá nuevas aplicaciones, modelos de negocio e, incluso, industrias.
Big Data; analítica y simulación; robots avanzados; cloud y ciberseguridad; manufactura aditiva; integración vertical y horizontal; realidad virtual, aumentada y mixta, son algunos de los conceptos clave que implosionarán con 5G para transfigurar todo a su paso, empezando por las industrias. De hecho, agricultura, comercio, transporte, energía, salud, turismo y entretenimiento son ámbitos donde esta tecnología promete ejercer una influencia colosal a corto y mediano plazo.
Para dimensionar cabalmente la magnitud de los cambios que se acercan es imprescindible señalar algunas de las ventajas más resonantes que 5G traerá con respecto al actual sistema 4G:
La tecnología 5G será clave en el nacimiento de la “sociedad inteligente” en la que tanto personas como máquinas, e incluso objetos, quedarán irremediablemente conectados entre sí. Se abre el camino para el surgimiento de un sinfín de productos, aplicaciones y servicios, muchos de los cuales son inimaginables en la actualidad. Prácticamente todo quedará interconectado formando así una “Red absoluta”, basada en macrodatos e Inteligencia Artificial.