De acuerdo a una proyección estadística del Foro Económico Mundial, para el año 2025, el mundo generará más de 450 exabytes de datos al día, es decir, aproximadamente unos 200 millones de DVD cada 24 horas.
En todos los ámbitos de la vida, el ritmo de producción de datos resulta avasallante, no sólo en cantidad y calidad, sino también en velocidad y complejidad. Solamente quienes estén preparados para gestionarlos de forma correcta y utilizarlos para sus propios fines, podrán crear un valor agregado real en el seno de sus empresas.
La cultura Data Driven consiste, básicamente, en reemplazar la experiencia, la intuición y la especulación, por un conocimiento sólido, fundado principalmente sobre datos. Cuando la toma de decisiones estratégicas en materia de negocios se apoya en el análisis y la interpretación de los datos, las perspectivas de una empresa cambian radicalmente, abriéndose a nuevos horizontes.
Sin embargo, el mayor obstáculo a la hora de crear negocios basados en datos no es técnico ni tecnológico, sino estrictamente cultural. Es mucho más fácil realizar una descripción acerca de cómo inyectar datos en un proceso de toma de decisiones, que lograrlo efectivamente debido al cambio de mentalidad que esto supone.
Los cuatro pilares fundamentales para una implementación exitosa de la cultura Data Driven son los siguientes:
A fin de cumplimentar estos pasos y lograr que la cultura Data Driven fructifique, debe fomentarse el pensamiento crítico y el trabajo colaborativo. Se trata de una transformación progresiva que, además de flexibilidad para el cambio, requiere de un esfuerzo sostenido en el tiempo.