Esta tecnología incluye procedimientos, herramientas, estrategias y aplicaciones que transforman los datos sin procesar en información significativa, orientada al desarrollo de decisiones más inteligentes y operaciones más efectivas.
En plena era digital, en donde los cambios, desafíos y exigencias se multiplican sin cesar, sobre todo en el mundo empresarial, el dato no sólo constituye el recurso más valioso sino también, paradójicamente, el más abundante. Registrarlo, almacenarlo, clasificarlo y analizarlo, son pasos cruciales para la obtención de información veraz, que es imprescindible para el desarrollo exitoso de los negocios. En esto consiste, básicamente, el Business Intelligence (BI); una innovación que está en constante evolución.
Según el emblemático Grupo Gartner, el BI ofrece distintas tendencias tecnológicas que mostrarán un efecto disruptivo muy relevante en un plazo de 3 a 5 años. Entre dichas tendencias cabe mencionar las siguientes:
Ciertamente, la necesidad de avanzar en la transformación digital de las empresas para lograr la incorporación de distintas innovaciones asociadas al BI es un hecho que no admite discusión. La reducción de gastos, el conocimiento cabal del mercado, el ahorro de tiempo, la disminución de errores operativos, el aumento en las ventas, son sólo algunos de los beneficios más importantes del BI.
Frente a los desafíos del futuro, nada de todo esto es desdeñable. Al contrario.